Un momento para mí ...
Hay situaciones o momentos en la vida que te hacen sentir bien ... que te permiten pensar en ti, y solamente en ti. Y estos momentos no deberían pasarse por alto, porque son una parte importante dentro de cada uno. Ahora mismo estoy en uno de ellos, y por esta ocasión voy a compartirlo con todo aquel que sienta el mínimo interés por lo que por estas letras transcurre.
Después de pasar dos días fuera de casa, en un hotel en la bonita ciudad de Mérida, cobijado por sus agradables ciudadanos y a la vez aislado por el frío que me regalaba el viento en cada uno de sus soplidos, llego a Madrid, devuelvo el coche de alquiler al lado de mi oficina, como en el VIPS que hay entre mi casa y mi trabajo, y vuelvo con mi impecable traje de chaqueta a mi mesa de trabajo. Mañana tengo una presentación con un cliente importante y debo prepararlo todo para que nada falle. Pero la tarde no da a basto, y entre unas y otras termino a las 20.30 sin más conclusión que "tendré que echarle otro ojo desde casa para que mañana no falle nada". Menos mal que los de T me pusieron el ADSL ...
Al llegar a casa, vuelta a la rutina ... encerrado en mi cuarto, a la espera de que "el ser que habita en la dependencia contigua" regrese al hogar y realice su diaria procesión ( entrada - cuarto - aseo - cuarto - cocina - cuarto ) blasfemando las dos ó tres palabras, justas pero necesarias, veo la solución a mi negación al estres ... Un par de velas con esencia a Mora me llaman desde un rinconcito del estante, y me piden iluminar esta escena. Mi mente vuela rauda y veloz hasta la cocina, donde encuentra las infusiones. Y el resto viene sólo.
La pantalla del ordenador, el pensamiento en todos los que visitais esta página, y a la vez en mí mismo, una infusión caliente, la luz de dos velas con un olor dulce y agradable, y Bebo Valdés acompañándome en la travesía (genialmente complementado por Dieguito el Cigala), me dispongo a tener mi momento de relajación y aislamiento del mundo exterior. Me lo he ganado.
Este momento durará poco, mucho menos de lo que algunos quisieramos. Pero cuando cierre esta pantalla, deje mis letras reflejadas, y recueste mi cuerpo en la cama para terminar de disfrutar de mi infusión, quedaremos yo y mi mundo interior. Y esta vez no le pediré explicaciones, esta vez no le preguntaré, esta vez no sere inquisidor de mi conciencia. Por una vez en mucho tiempo, simplemente me trasladaré a mi lugar favorito, a una playa nocturna en la costa valenciana, en la que sólo pueda que disfrutar de la compañía de la arena en mi espalda, del rumor de las olas rompiendo contra las cercanas rocas y la orilla, y la ténue luz de las estrellas en un cielo que, aunque mayoritariamente negro, alberga pequeños destellos de esperanza, que hacen que nuestros sueños sigan siendo sueños, pero un poco más próximos a la realidad.
Escuchando : Bebo Valdes y Dieguito el Cigala - Lágrimas Negras - 01. Inolvidable.mp3
2 comentarios
carlillos -
No des vueltas a las cosas y en cuanto acabe los examenes quedamos tu y yo
Un abazo enorme
Y un beso, que qcarajo, que te lo mereces.
V -