Blogia
encuentrame

La desembocadura del Tajo

La desembocadura del Tajo

Lisboa, capital de Portugal y lugar donde perece el rio Tajo tras sus (aproximadamente) 1008 kilómetros de curvas, rectas y desniveles.
Tras semejante esfuerzo, es embriagadora la imagen del Mar de la Paja, desembocadura del Tajo que da semejante belleza a esta ciudad y permite auténticas maravillas de la arquitectura como el Puente Vasco de Gama.

Lástima que haber viajado por trabajo no me permita disfrutar de todas las oportunidades que ofrece esta ciudad como me gustaría, pero me permite pensar y convertir la historia del río que la atraviesa en una paradoja de la vida.

Imagina que te encuentras en la Fuente de García, nacimiento del río Tajo, y miras hacia delante, hacia el camino que te queda por delante.

Primero encuentras una leve pendiente, que te lleva a la excitación de un nuevo viaje en el que, al principio, todo son facilidades para reposar en el agua y disfrutar del camino. Los peces nadan junto a ti. Y las aguas calman llegan para que, reposadamente, aprendas a valorar la belleza del viaje antes de los momentos más duros.

Momentos que llegan con tormentas, con abruptos paisajes de montaña, que hacen que tus aguas se agiten y estremezcan contra las orillas, los trasvases y la agitación de una humanidad que a veces no merece dicho nombre.

Pero aprendes a adaptarte a las dificultades, y piensas que, aunque el camino es largo y va a estar lleno de esos altibajos que harán que parte de ti se quede y reseque en las orillas, en el camino, estás seguro de que otros afluentes, que te enseñarán aguas de otros caminos, se juntarán contigo para enseñarte a sonreir y a ver las cosas de un modo distinto.

Sabes que merece la pena luchar, que el miedo no tiene sentido, y atraviesas sitios que antes no habías visto... y aprendes a disfrutarlos con lo que tienes alrededor...

Al final del camino sabes lo que te espera... esa orgía acuática que abrirá tus fronteras hasta que no tengan ningún límite, esa sensación de alegría cada mañana que descubras el SOLETE en el horizonte, mirandote con esos grandes y luminosos ojos de fuego. Caminarás para siempre con esa bella imagen que tanto te gusta cada mañana.

Me encuentro en la Fuente de García, y miro hacia delante. Tengo miedo, pero sé que si no lo intento con todas mis fuerzas, si no pongo todo mi empeño en ello, jamás sabré si ese horizonte, si esos amaneceres, me van a hacer tan feliz. El camino es muy largo, pero lo recorreré... espero que sea por ti.

(#)

1 comentario

Isabel Rodriguez -

Que narrativa mas bonita.
Ponerse en la piel de alguien es muy difícil,ponerse en el agua de un río es un gesto de respeto y admiración hacia la Tierra.