Cierra los ojos ...

¡ Basta ! ¡ Basta ya ! Cierra los ojos ...

Imagina una verde pradera, la más bonita que tu imaginación haya dibujado jamás. Ahora mira el cielo. Píntalo de un azul claro. Pon un par de nubes ... ahí, perfectas. Ahora dibuja un sol, un SOL brillante cuyos rayos atraviesan miles de kilómetros para llenarte de energía.

Ahora planta un par de semillas unos metros detrás. Enjuaga tus lágrimas en tu pañuelo de seda y riega con ellas el suelo recién plantado, e imagina cómo dos frondosos y gemelos árboles crecen como de la nada.

¿Oyes esos silbidos? Es una pareja de pájaros que juntos, posados sobre una rama, llenan de alegría este lugar en el que te hemos refugiado.

Ahora es mi voz la que te llega como un susurro por tu espalda... Mis brazos te rodean en un cálido abrazo; mis labios besan tu espalda; mi cuerpo se junta con el tuyo; mientras te susurro al oido ...

Mi vida,  me duele mucho; no poder estar ahora a tu lado; por eso te he traido aquí. Puedes llamarme y yo no escuchar tu llamada; puedes mirar alrededor y no encontrarme; puedes estirar tu mano y no encontrar la mía, o dar un beso al aire intentando encontrar mis labios sin fortuna...

Pero siempre, siempre que cierres los ojos y vengas aquí, yo te estaré esperando, porque mi vida nace ahora de la tuya, mi energía de tu sol, mi alegría del canto de tus pájaros, y mis lágrimas se suman a las tuyas.

Por eso ahora y siempre ... Te quiero.

Ya lo sabes, aquí te estaré esperando ... 

Gírate y dame un abrazo.

¡ Y ahora despierta y vuelve a la vida real ! Pero guarda este papel como resguardo. Reclama con él lo que de mí desees, pues tuyo soy, y con este folio lo avalo.

 

TE AMO